Yo me metí en este "sarao" de las oposiciones con la idea de entrar en la Comunidad de Madrid. Pero a Función Pública (ya sea Ministerio o Consejería) le suele importar bien poco tus intereses personales y hacen y deshacen a su antojo para desesperación del que espera el examen como agüita de mayo.
Cuando realicé la inscripción a las pruebas selectivas para auxiliar administrativa de la Comunidad de Madrid, en julio del 19 aspiraba a examinarme del primer examen de legislación a finales de año, pero esos no eran los planes de la Comu...; Y luego llegó la pandemia...; y cuando parecía que nos examinaríamos en el segundo semestre del 2020, pues no fue así; y cuando pensábamos que ya sí que sí para verano del 21, por abril ¡¡abrieron de nuevo las instancias!! : otra vez a esperar listas provisionales. Claramente esto iba para largo...
Menos mal que yo, de coña, me había apuntado al Estado y la había sacado, y desde enero del 21 estaba trabajando, porque la desesperación de los compañeros opositores tras la enorme espera sin fin, era brutal.
Finalmente en septiembre del 2022 (se dice pronto) nos examinamos de la legislación. Yo no me la preparé, pero como en su día la llevaba TAN bien y ese verano había empezado a organizar el temario de la promoción interna a C1 del Estado, pues me salió de lujo, la verdad.
Me examinaba un poco por orgullo, pues me daba rabia lo bien que había llevado ese examen y que nunca me dieron la oportunidad de demostrarlo, así que allí que fui, y aun con el calor infernal que hizo esos días en Madrid y más en esa aula achicharrada de Somosaguas, me salió muy muy bien.
En mi fuero interno quería hacerlo mal, para poder olvidarme de la Comu para siempre, pero no fue el caso, jaja
Total, que en junio del 2023, ya les vale con los tiempos..., me examiné del segundo en la Autónoma.
El Word me pareció super fácil y llegó la meca, la temida meca, y al empezar sentí que no iba bien, me sentía muy lenta y torpe. Me quedé con la copla de hasta que palabra había escrito, bien o mal, esa era otra historia. Y reescribiendo el texto en casa cuando lo publicaron llegué a la conclusión de que con un porcentaje alto de fallos (que es lo que esperaba, ya que me sentí muy torpe) no iba a llegar a las 300 ppm.
(Por cierto, tomé el famosísimo sumial para maximizar mis opciones, ya que cuando me examiné de mecanografía en el Estado mis dedos funcionaron lo suficientemente mal para considerar que una prueba de velocidad, como la de la Comunidad de Madrid, no lo podría hacer bien), pero lo cuento en una siguiente entrada).
Me sentí fuera, lo bueno, que me daba igual. Yo ya tenía mi plaza y estaba haciendo carrera en el Estado. Cerraría el episodio infernal de la Comu y se acabó...
Pues no, porque aprobé. El word estaba muy bien y la meca no me salió tan mal como yo esperaba, así que la conclusión es que tenía una notaza en la oposición y podía elegir casi lo que quisiera.
Esto es una maravilla, pero también un horror porque te lo empiezas a replantear todo de nuevo. Yo decidí seguir con mi plan. Ya tenía la promoción a C1 del Estado aprobada y no quería pasar por más procesos eternos de la Comu. Iba a dejar en excedencia la plaza que hizo que todo esto empezara. Lo tenía claro pero me daba pena, hay que joderse, el caso es dudar todo el rato...
Así que, aunque he conseguido la plaza que había elegido en primer lugar, el pasado día 11 de marzo tomé posesión e inmediatamente la dejé en excedencia por incompatibilidad y pasará a ocuparla un interino.
Yo decidí elegir plaza en lugar de dejar los destinos en blanco y que me asignaran lo que fuera por que desde la Consejería dijeron que en caso de reincorporación pueden mirar la plaza que se te otorgó, y de seguir libre (esta excedencia no tiene reserva de plaza) te la dan; o te dan otra pero de la misma Consejería.
No sé si me reincorporaré, ni si realmente sería así como me darían plaza, pero la plaza que pedí me gusta en todos los sentidos y, por si acaso, es lo que decidí que era mejor para mí.
Total, que cierro, tras largos años, el capítulo de la Comunidad de Madrid, orgullosa por el resultado obtenido y convencida de que, por ahora, mi camino es el Estado. No por dinero, desde luego, jaja, pero sí por su regularidad en las convocatorias de promoción interna y por lo bien que estoy en mi destino actual.
El futuro, aunque ya me barunta la mente un posible escenario, ya se verá.