La espera, ese lapso de tiempo que transcurre entre examinarte y conocer la nota, así como entre saber que hay aprobado y que salgan los destinos.
Ahora mismo todos diremos que es peor la segunda situación, pero es que ya nos hemos olvidado de la primera. Creo que ambas pueden ser calificadas de tortura por cualquier tribunal con dos dedos de frente.
El caso es que HAN SALIDO LOS DESTINOS y ya en el primer vistazo pude comprobar que, como esperaba, no habrá problema por quedarme en Madrid, ya que hay un total de 756 708 puestos en la Comunidad.
Función pública ha hecho de las suyas y nos hemos enfrentado a unas cuantas incidencias que no hacían más que generar más nervios y ansiedad, pero con lo que se ha cubierto de gloria ha sido con dar 100 plazas a Madrid de la AEAT, que al ir llamando los aprobados para recopilar información se descubrió que ¡estaban mal, que esas plazas no eran todas para Madrid! Insisto, se destapa el pastel por las llamadas de los futuribles, y ni siquiera fue en la primera ni segunda llamada... ¡ALUCINANTE! por supuesto se tomaron su tiempo para corregir la cagada sin ampliar nuestro plazo de presentación. De ahí, lector, que las plazas en el párrafo anterior hayan menguado en 48.
El plazo dado empezó el viernes 11 de diciembre a las 12h, 3h después de publicarlos y expira el día 23 a las 12h.
Firmé ayer con muchos nervios y tras una semana de localizar los organismos y realizar muchísimas llamadas (infructuosas en un gran porcentaje) y mucho estrés.
El tema llamadas para sacar ALGO de información es horrible, pero necesario según tus preferencias. Teléfonos de fuentes oficiales que son faxes o no existen; teléfonos que nunca son descolgados. Y al otro lado casi siempre gente amable pero que normalmente su respuesta es "no te sé decir". Una pesadilla porque ves que sí o sí en el 85% de los puestos eliges a ciegas.
Por lo demás con el tema firmar no he tenido problema, claro que como mis compañeros ya habían informado de sus dificultades he ido sobre seguro y ya tenía seguro hacerlo con el maldito Explorer, descargada la versión de java adecuada para la plataforma y todo tipo de configuraciones que, aunque sencillas, el que no las hiciera podía enfrentarse a errores y sudores fríos.
Ahora tengo unos días para revisar la lista y valorar si quiero hacer algún cambio. Pero sobre todo, para poder volver a dormir y comer sin un nudo en el estómago.
Por cierto, a partir del 23 empieza otra espera hasta la publicación en el BOE de los nombramientos que, me atrevo a adelantar, también podrá ser considerada como un auténtico suplicio. Ojalá me equivoque.
Voy a ponerme a escribir la carta a los Reyes Magos, a ver si me traen una plaza de mis 100 primeras opciones, que está difícil pero sería un regalazo.
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