Todos sabemos que cada día que pasa sin que se publiquen los nombramientos es un día menos para que esto finalmente ocurra, pero cuando llega EL DÍA te pilla un poco hasta de sorpresa.
No sé si habrá entre mis compañeros de promoción alguno que desde que acabaron las Navidades no haya comprobado los grupos de telegram o las alertas del BOE para ver si ese era el gran día.
Y salen y de repente tienes que llamar a tu destino para saber si para tomar posesión tienes que ir a la sede ministerial o a tu puesto de trabajo directamente. Y los nervios vuelven, pero son diferentes, muy diferentes...
La toma de posesión es una chorrada y un rollo burocrático más. Una chorrada porque llegas y firmas varios papeles. ¡Enhorabuena ya estás trabajando para el Estado!; un rollo más porque para darnos de alta en MUFACE necesitamos la resolución de dicha alta y si a algún compañero se la dieron ese mismo día, yo, 8 días después aún estoy esperando. Lo que significa que sigo en desempleo y no estoy dada de alta en ninguna aplicación. Como decía: un rollo más... Pero se lleva de otra forma jeje
En mi puesto se está teletrabajando un 50%. Cuando termine todo este infierno pandémico no sé qué pasará pero espero que haya llegado para quedarse, lo dudo :( , porque mi primer contacto con esa modalidad está siendo maravilloso.
Y bueno, creo que hasta aquí llega la aventura opositora. Bueno, este capítulo que podría llamar "como ser funcionaria del Estado sin habértelo propuesto"; ojalá pueda escribir sobre "mi experiencia en la Comunidad de Madrid" y/o mis "aventuras y desventuras de una promoción interna". Algo caerá seguro, porque lo que está claro es que salvo excepciones con un sueldo de C2 en el Estado eres un mileurista pelao.